Antonella, se había ido, pero en mi proyección de futuro, ella estaba demasiado lejos, se había ido, era un amor de verano, pero ya, mi vida tenía que seguir adelante, estaba solo y me iba encaminando en una profesión, la cocina, estuve varios meses en el hotel, no se, Formentera estaba bien, pero no me veía viviendo toda la vida en una isla, llegó enero Antonella, con un novio jamaicano que había conocido en Bari, en un concierto de reggae, yo no estaba tan jodido, pensé que coño, no va a estar pensando en mi toda la vida, es normal, creo que yo si hubiera conocido alguna tia especial, hubiera cedido, para que nos vamos a engañar, dejé Formentera cuando me iban bien las cosas, aunque no descartar en volver algún verano, ya como cocinero, pero las cosas salieron distintas, me decliné hacia un nuevo rumbo, mas bien unos cuantos, Barcelona, Dublín, Compostela, Donosti, y definitivamente Granada, en la que conocí una personajilla, que me abriría los ojos, trate de convencerla a que se viniera un verano a Formentera, y lo conseguí, pero no era lo suyo, había dos opciones elegir a ella, o al hotel, y fijate en verano curraba en Formentera, y en las otras estaciones curraba en un hotel cercano a la Alhambra, Claudia, la granadina me dejó, y decidí dejar Granada y Formentera, acabando en la terminal 4, currando por las tardes.
Volví a ver a Valeria, que acabó dejando el Hotel, refugiada en los brazos de aquel francesito de Saint Tropez
de Alberto supe poco, mas bien casi nada, su viaje a Praga, y sus ultimos momentos en la plaza roja, le perdí la pista, hace dos años
y de Antonella, se que acabó con el jamaicano, y que sigue currando en Formentera
se que algún día volvere
la vida da muchas vueltas, y estó en verdad puede ser la historia de cualquiera mezclada con la mia.
se acabó
Gracias a los que han seguido esta historia, (que en verdad no me ha pasado a mi, pero que en parte si)
Breve elogio a la máquina
Hace 1 año
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