El azul cielo madrileño abandona su rutina diaria, y la cambia por un tono mas grisaceo, el último verano de San Miguel cesó, y ahora me da nostalgia al recordar viejas fotografías.
Mi tierna juventud la pasé en un patio parroquial en Leganés, desde 1994 hasta 2003, nueve años intensos, de buenos recuerdos, de gente que aún sigue siendo amiga, compañera de viaje, y ante todo el vaso que llenan mis lágrimas.
"El Junior" se dividía en seis grupos, recuerdo mis tres primeros años, como los mejores que había vivido, de los 12 a los 15 años, llevar tres años con la misma gente daba dos opciones, llevarse bien, o acabar llevandonos mal, a mi me ocurrió más lo primero, pero algún pique si llevé a cabo años posteriores después de mi salida de la asociación.
Me fui cuando mi vida ahí no tenía sentido, con alguna espina clavada de no haber sido monitor de Junior, pero desclavada cuando lo fui de Posco, de chavales, que sí, ahora son monitores.
La generación que pillé en el 2002, en el campamento que estuve de monitor junto a gente que eran monitores del junior, hizo que mi corazón se curase de esa espina que ya no tenía sentido, 2003 fue una salida, cansandome de gente y de sus formas de pensar, más adultas que las mías me fui de un lugar que ya no tenía nada que ver conmigo.
Sigo pasando el album de fotos, y ahí siguen los recuerdos en papel mate,o en brillo, ya que en aquellos momentos lo digital no estaba tan avanzados por lo menos conmigo.
Si hay algo que no podré olvidar, es eso los años del Junior, miro la ventana, y si aún el cielo es azul quizá es que estén cambiando las cosas....
Breve elogio a la máquina
Hace 1 año
1 comentario:
jooo,q guay tener recuerdos...aunq yo estuve poco tiempo lo disfrute muchisimo...y aprendi muchisimo de la vida y de las personas...me ha encantado conocerte juan, y nunca se me olvidara q en uno de los momentos mas duros q he pasado estuviste tu el primero...gracias...besitos mil!!!
es genial a ver conocido gente q merece tanto la pena!!
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