l992 se despedía como uno de los años más impresionantes en la España moderna y moderada, bajo el mandato socialista, y tras los juegos olimpicos, ver aquellos partidos de Jordan por el Palau Sant Jordi, era el principio de algo bonito, otro año más en la vida del pequeño Pau, que ya bailaba con las niñas en los bailes colegiales, tenía una amiga especial, como él la llamaba, y Laura tenía ganas de un segundo hijo, aunque yo no lo veía muy conveniente.
Pau era el motivo de que Laura y yo estuvieramos más unidos, ya no lloraba tanto el enano, y ahoora aprendía a leer, me satisfacía las ganas con las que cogía " El Principito". Para mí el verdadero principe pequeño estaba corroteando todas las mañanas por el pasillo, lo llevaba de paseo, siempre que podía, y le gustaba el Vicente Calderón por fuera, los domingos quería ver el fútbol, se conocía la alineación del Atletico, entrabamos gratis, conseguía pases en la redacción de televisión española.
Al niño las rayas rojas y blancas, le gustaban más que el blanco madridista, en eso había salido a su padre, y ya había encontrado su ídolo, su primer futbolista que le encantaba, era Manolo, le encantaba, la cgía y mataba con el estoque, con el empeine hacía maravillas, Pau gozaba y se alegraba de los partidos que veía.
Breve elogio a la máquina
Hace 1 año
1 comentario:
Se agradece tu vuelta.
Aparte de tu viaje a otro tiempo, alucino que te gusten cosas como Pauline en la playa. Es una de mis películas favoritas.
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